El Cristo de la Encina expuesto en el Museo de la Catedral Metropolitana de Badajoz
La pintura anónima del siglo XVIII, de la Parroquia de San Vicente Mártir, estará expuesta en la Sala 12 hasta el 16 de abril
Redacción
Lunes, 21 de marzo 2022, 21:01
El pasado 15 marzo partió desde San Vicente de Alcántara con destino al Museo de la Catedral Metropolitana de Badajoz la pintura de «El Cristo de la Encina» que alberga la Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir rematando el altar de la Inmaculada Concepción.
Esta obra anónima del siglo XVIII y de las más relevantes pinturas de temática iberoamericana en Extremadura, estará expuesta en la «Sala de la pieza invitada», número 12, en la que periódicamente tiene protagonismo el arte religioso y civil de los pueblos de la provincia a través de obras que atesoran ermitas e iglesias de diferentes municipios y cuadros de autores de las mismas comarcas. Esta iniciativa, denominada
La pieza invitada es producto de un convenio de colaboración entre la Archidiócesis de Mérida-Badajoz y la Diputación de Badajoz.
La conversión del indio Tupac al cristianismo
Esta joya pictórica de magnífica calidad conecta las culturas de un lado y otro del Atlántico a través de la representación de Cristo emergiendo del tronco de un árbol, teniendo su origen iconográfico en la leyenda del Cristo de Limache en Chile hacia 1646. Ésta narra cómo alguien quiere talar un árbol y aparece una imagen de Cristo Crucificado. Sin embargo, las obras extremeñas (Ceclavín, Valencia de Alcántara o Cáceres) se basan en una leyenda de conversión de un indiano de Ceclavín llamado José Sánchez de Bustamante que emigra a Copacabana (Bolivia), donde construye una hacienda y contrata a dos hermanos lugareños, Tupac y Yupanqui. Este último se convierte al cristianismo, algo que enfurece a Tupac y se ensaña con el árbol bajo cuya sombra estaba enterrada la esposa del extremeño Sánchez de Bustamante. Al talar el árbol aparece una imagen de Cristo Crucificado y provoca que Tupac también se convierta al cristianismo. Lógicamente, en el contexto extremeño, el árbol del que brota la imagen de Cristo es una encina, de ahí el nombre de esta iconografía.
La escena del Cristo de la Encina de nuestra parroquia se desarrolla en un contexto amazónico en el que destacan aves exóticas posadas en las ramas, un indio brasileño tupí, o el asno con el que Tupac pretendía acarrear la leña.
La riqueza patrimonial de la Iglesia de San Vicente Mártir
El viaje del Cristo de la Encina hasta la catedral pacense para su exposición pone de relevancia el desconocido patrimonio artístico con el que cuenta la Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir. Aunque para muchos resulte cotidiano todo su contenido mueble, numerosos de sus bienes gozan de gran importancia patrimonial, histórica y artística que debería ser investigado en mayor profundidad. Prueba de ello son los retablos procedentes del Conventual de San Benito de Alcántara que, tras su desamortización, fueron desmontados y trasladados al templo parroquial sanvicenteño en 1868, como son el retablo baldaquino del altar mayor y el del Calvario. También destacan las imágenes de Jesús Nazareno (Sebastián de Paz, 1634), Cristo de la Sangre (anónimo, siglo XVI), y las recientemente atribuidas al escultor sanvicenteñoMiguel Sánchez Taramas, el Amarrao y la Virgen de los Dolores (siglo XVIII).